Puede ser preocupante para algunos padres cuando sus adolescentes empiezan a tomar café como una actividad social, o cuando necesitan la estimulación de la cafeína para mantenerse concentrados en sus tareas escolares. Usted podría pensar que su adolescente es demasiado joven para necesitar cafeína, pero los estudios demuestran que es totalmente saludable para los niños/niñas mayores de 12 años, siempre y cuando no superen los 100 mg de cafeína, o una taza de café al día. No obstante, pueden haber algunos riesgos para los nuevos consumidores de café, por lo que le sugerimos que vigile a su adolescente para detectar estos posibles problemas:
- La Adicción
El café puede ser adictivo si su adolescente se acostumbra a consumir cafeína habitualmente. Esto es sumamente problemático porque su adolescente podría no estar consciente de que se está poniendo en riesgo de adicción si ve el café como una bebida social inofensiva. Puede que salgan con sus amigos a una cafetería todos los días después de la escuela y, de repente, cuando deje de consumir cafeína diariamente, podría sufrir dolores de cabeza, mareos u otros síntomas de abstinencia a la cafeína. Le sugerimos que le diga a su adolescente que debería intentar tomar café de vez en cuando, o cambiar a descafeinado, para evitar los desagradables efectos de la abstinencia a la cafeína que pueden producirse.
- Ansiedad e inquietud
Otro riesgo de tomar café es la incomodidad física. Es posible que los adolescentes no sepan cómo les afecta la cafeína cuando empiezan a beber café, y que se sientan atraídos por los efectos estimulantes que tiene sobre su estado de ánimo y sus niveles de energía. Sin embargo, pueden pasar por alto los efectos secundarios negativos como el aumento de ansiedad, el incremento del ritmo cardíaco y temblores. Es fácil que su adolescente atribuya erróneamente estos síntomas a otra cosa, como la preocupación por el próximo exámen, y no se dé cuenta de que reducir el consumo de cafeína podría ser la clave para reducir sus síntomas de ansiedad. Creemos que debería comunicarse con su adolescente cuando empiece a tomar café para comprobar si hay algún cambio físico o psicológico no deseado.
- Interrupción del sueño
Su adolescente podría ser demasiado jóven para el café si la cafeína interrumpe significativamente su capacidad de obtener un descanso de calidad. La mayoría de las veces, si un adolescente toma café por la mañana, debería estar fuera de su sistema a la hora de dormir, pero si su adolescente toma café con sus amigos después de la escuela, podría afectar seriamente su sueño. Esto puede crear un ciclo de retroalimentación, en el que cuanto más cansado esté su adolescente por la pérdida de sueño, más dependerá de la cafeína para mantenerse enérgico, lo que a su vez perturba aún más el sueño. Esto también pone a su adolescente en riesgo de tomar varias tazas de café por día para funcionar, lo que lo lleva a sobrepasar la dosis recomendada de 100 mg de cafeína por día.
- Conceptos erróneos sobre el contenido de cafeína
Los adolescentes pueden ponerse en riesgo por tomar café con exceso de cafeína sin darse cuenta. Por ejemplo, muchos adolescentes asocian el café espresso con ser muy fuerte, pero en realidad contiene menos cafeína que una taza de café filtrado. La cafeína concentrada en un solo trago de café expresso de dos onzas es de unos 80 mg, mientras que una taza de 12 onzas de café filtrado contiene unos 120 mg. De esta manera, su adolescente podría pensar que puede tomar unas cuantas tazas de café filtrado porque es más débil que el café expreso, cuando en realidad está tomando mucha más cafeína, lo que puede exacerbar los efectos secundarios.
Otra cuestión es que a muchos adolescentes les encantan las bebidas de café espresso endulzadas y cremosas, y podrían no ser capaces de saborear la diferencia entre un espresso simple o doble en la mezcla. Sin darse cuenta, su adolescente podría estar ingiriendo 3 o más dosis de café espresso en una sola bebida, lo que también va mucho más allá de la dosis recomendada. Creemos que es importante que su adolescente se de cuenta del contenido de cafeína en las diferentes bebidas, para que pueda ser más inteligente y decida tomar una toma de bebidas mixtas ó limitarse a una sola taza de café filtrado.
- Aumento de peso
Tomar café puede ser perjudicial para los adolescentes porque puede ser una fuente de calorías vacías. El café negro, sin leche ni azúcar, no promueve el aumento de peso. Sin embargo, no muchos adolescentes están acostumbrados a su sabor amargo. Por lo tanto, muchos adolescentes pueden añadir cantidades significativas de crema y azúcar a su café, lo cual no es saludable. Tomar café regularmente con leche y azúcar añadidos engorda, y su adolescente podría no hacer la conexión entre las bebidas de café dulce y el aumento de peso. Para evitar este riesgo, informe a su adolescente de los efectos de tomar calorías vacías en el café y anímele a reducir la cantidad de agentes edulcorantes, o a tomar café con menos frecuencia para evitar el aumento de peso.
La moderación es la clave
En general, el café no debería ser problemático para su adolescente siempre y cuando se mantenga a un máximo de una taza al día, preferiblemente sin leche ni azúcar, y que se tome sólo en algunas mañanas. Cuando se trata de adolescentes, el problema con el café tiene menos que ver con su edad, y más con el consumo excesivo. Si su adolescente experimenta efectos secundarios del café, puede que ni siquiera se dé cuenta de que el café está causando el problema, por lo que es importante que usted esté atento a cualquier cambio no deseado cuando empiece a tomarlo. Consulte estos consejos si su adolescente desafía la idea de reducir el consumo.
Biografía del Autor:
Andy Earle es un investigador que estudia la comunicación entre padres e hijos y las conductas de riesgo de los adolescentes. Es el cofundador de talkingtoteens.com y anfitrión del podcast Talking to Teens, un programa de entrevistas semanal gratuito para padres de adolescentes.